Asturias (y León) según Kodak Panoram nº1

Aunque hace meses que no comento nada de ella, he seguido disfrutando de la viejita Kodak Panoram nº1. Es más, fue la «protagonista» fotográfica de un viaje reciente a Asturias, con anécdota incluida, de esas en las que las carambolas de una jornada sin plan determinado, je, te hacen pensar en el destino … aunque sea, ya digo, para propiciar una anécdota, tan solo un recuerdo realmente curioso.

Un viaje de fin de semana a Asturias, con muchas ganas de mar, de Cantábrico, de esas costas en las que la montaña y los prados perfuman las playas con olores que se confunden con la brisa, tan limpia … en fin, es lo que me llamó la atención de mis primera playas asturianas cuando, allá por los 80, descubrí la de la Ballota, cerca de Llanes (otro descubrimiento).

Primeras fotos: los acantilados del Infierno, muy cerca de Ribadesella. Mañana luminosa, mucho, ideal para comprobar que el objetivo tiene una apertura que ronda f/11 y el obturador una velocidad de 1/50, esto es, la rápida, la que más me interesaba. Disparé Ektar 100 … ya sé, ya sé, la «sunny» superada por dos pasos, tal vez algo menos. Nada para la latitud de película, jeje.

*** Pinchar para ver más grande, por favor ***

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Tras disfrutar de una comida excelente en Nueva, en la Sidrería Muros … uf, nos acercamos a Llanes. Ay, qué pena de toma. Aún no sé qué pudo pasar, pienso que tal vez la velé al sacar el rollo de la cámara. Seguro que entendéis mi (pequeña) frustración:

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Y sí, falta una foto … y es que, vaya, cargué el rollo sin darme cuenta de que ya estaba en el tercer fotograma teórico (que correspondería con la cuenta de una 6×4,5). Y es que, para disparar cuatro fotos, hay que tener cuidado de observar los números 2, 6, 10 y 14, respectivamente.

Al día siguiente visitamos Gijón. Y esa fue la primera carambola, ya que el plan era recorrer Lastres y Villaviciosa, pero estaban «completos». Saturación turística, je. Así que, plan B: Gijón por la mañana y ya veríamos si, por la tarde, merecía la pena volver a intentarlo.

Mañana en Gijón. Espléndida, incluso con el resol que se aferraba a la neblina de la mañana. Paseo por el de la playa de San Lorenzo; el casco antiguo de la ciudad; el puerto; Cimadevilla … y hora de comer. El caso es que a esa hora, sin un plan, preguntamos a The Fork y a algunos viandantes. Tras un par de tentativas (hora punta), acabamos en la Taberna del Piano. Segunda carambola. Llevaba en la mano la Leica IIIf con el Summaron 35/3.5. Llamó la atención de un cliente del restaurante que no dudó en preguntar si efectivamente era una Leica de las de antes. Charlamos. Me contó que retrató a Cruyff con una Barnack hacía muchos, muchos años. Otra carambola. Como fotógrafo profesional pudo haberme contado sobre muchas otras fotografías, sin embargo se acordó de una en particular, la que hizo de la playa con una Kodak antigua, una panorámica que producía un negativo de 6×18 … «como esta», le dije, mientras sacaba a la viejita de la bolsa «¡¡¡¡Sííííííííí!!!!». Jajajajaja, nos faltó una abrazo, caray. El destino entreteniéndose con pequeña anécdotas.

Para estas disparé Portra 160.

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Finalmente, por la tarde, decidimos hacer más kilómetros y visitar Ribadesella. Una tarde de luz preciosa. Esta fotografía está algo recortada, de nuevo un problema de velado; y, como se observa, pelín deformada (no usé el nivel). Además, no quité todo el polvillo … pero, oye, qué color 🙂

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Nuevo día. Esta vez, subida al mirador de Fito, muy cerca de nuestro «campamento base» en Caravia. El mirador está situado en un lugar privilegiado, claro, de la sierra del Sueve.

Mirando hacia los Picos de Europa …

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… y ahora hacia el mar, que tan sólo dista unos 5 Km

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Y para finalizar, je, fotos del regreso. Camino de León pasamos por el desfiladero de Beyos y Oseja de Sajambre. Fotos en blanco y negro, Foma 100 revelado con HC-110.

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