Tras dedicar un rollo al canal del Jarama en su paso por Patones de Arriba, y descubrir la apasionante historia del Canal de Isabel II, seguí tirando del hilo, je, de la hilatura de canales y presas que facilitan el suministro de agua de Madrid. Así que, descartando, de momento, la presa del Pontón de la Oliva y sus obras auxiliares, remonté el Lozoya orillando el impresionante embalse del Atazar hasta llegar a la presa del Villar, la obra que compensó el tremendo fracaso que supuso la presa del Pontón.
Esta presa empezó a funcionar entorno a 1880, es decir, ya lleva casi 150 años de servicio. En su momento, fue la presa más elevada de España: 50 metros desde los cimientos para formar un embalse de 10 km de largo y más de 20 millones de metros cúbicos de agua.
Mi idea era hacer fotos aguas abajo de la presa, desde el canal del Villar y, en la otra orilla, desde el pinar por el que discurre la senda del Genaro, para, terminando, asomarme al río desde la coronación. Vaya, lo típico, supongo Y es que las vistas son verdaderamente espectaculares.
La primera cámara en la que pensé fue la Chamo acompañada de las tres focales que uso más a menudo … pero no estaba seguro de cómo serían de accesible el canal y el pontón, menos con la necesidad de usar trípode, claro, así que finalmente opté por algo más ligero.
Llevé la Pentax 6×7 y dos objetivos: SMC Pentax 6×7 55/4 y SMC Pentax 6×7 200/4. Bueeeeeno, vale, además eché a la mochila una camarita que está en las antípodas de la Pentax, o casi … una Olympus PEN FV armada con su Zuiko 38/2.8, un préstamo de quien es lo más parecido a un hada madrina que he conocido en foros de fotografía, jajaja, mi amigo Juan.
Por cierto, sé que el 105/2.4 es el principal aliciente para comprar una Pentax 6×7, pero no deja de asombrarme lo «poco» que cuestan objetivos tan, tan buenos como estos dos. El 55/4 es una maravilla que puedes conseguir por 200€ (no todo es ebay) y el 200/4, en fin, es una verdadera ganga.
Para la ocasión, saqué del frigo un par de rollos 120 de Tri-X y un carrete de Kodak Gold 200. Poco menos que bitcoins al paso que lleva Kodak Hacía mucho, mucho que no disparaba Tri-X.
Llegué a la presa sobre las 10 de la mañana. Una mañana brumosa, con una luz que no facilitaba contraste alguno. Esperé a que el sol asomara sobre la presa, que se sacudiera la bruma y me regalara texturitas, matices … porque, ay, lamentablemente el cauce del río está en mínimos. Es más piedra que río. Una fisonomía áspera que contrasta con la del embalse y sus orillas y esos horizonte de cerros y sierras nevadas.







Equipo: Pentax 6×7 MLU : SMC Pentax 67 55/4 : SMC Pentax 67 200/4
Película y revelador: Kodak Tri-X : HC-110 (e)
Escáner: Epson V800 : Epson Scan + LR