Atienza, la peña fuerte

El paisaje de Atienza y sus alrededores, es sobrio, severo, pero no desolado; le falta la alegría riente de los hortales, arroyos y alamedas, o la gratísima y variada gama del color verde en las laderas de sus cerros y aun la arisca grandeza de sus imponentes peñascales. – Historia de la Villa de Atienza

Con esta descripción de don Francisco Layna Serrano, historiador de la villa de Atienza, no tuve duda: la excursión sería en blanco y negro … monocromo sobrio, severo ¡pero no desolado! Debe de haber algo genético en este regusto por los baldíos invernales. En realidad aún quedaban casi dos meses de otoño, pero, salvando las frondas ralas de la sierra, el paisaje era ya de pleno invierno … áspero, que no desolado 🙂

La Chamonix F1 se ha convertido en la favorita de mis excursiones. Una plegable de formato medio y una Leica de rosca, sus complementos. En esta ocasión escogí la Perkeo, con su muy capaz Vaskar 80/4.5: y la IIIf con el Summaron 35. 

Llegamos al mediodía con un tiempo excelente. Aparcamos en un descampado en el que, siglos atrás, debió de estar el barrio de La Judería.

Monté la Chamo con el Nikkor 150/5.6 en la Plaza de España con la idea de fotografiar la puerta de Arrebatacapas, camino de la plaza de Bruno Pascual … pero un andamio me quitó la idea. Para la próxima. Tuvimos más suerte con la plaza, habitualmente llena de coches. 

Primera fotografía con la Chamonix y el 150 (filtro amarillo)…

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Salimos de la plaza por la calle Cervantes, camino del castillo. En la subida dejamos atrás la Santísima Trinidad, que fotografié, de nuevo, con la Chamo y el 150 (filtro amarillo):

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Sólo hay que girar noventa grados a la izquierda para disfrutar del conjunto más añejo de la villa, con el Padrastro al fondo, el más alto de los tres cerros de Atienza.

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Visitamos la Iglesia de Santa María del Rey y su cementerio antes de subir a lo que queda del castillo. Santa María es una delicia románica del siglo XII de la que se conservan sus dos puertas y el ábside. Su portada de mediodía es un festín de simbolismo. Esta vez con la Chamo y el Sinaron 75 (filtro amarillo):

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Un último vistazo al castillo antes de emprender la subidita. De nuevo Chamo y Sinaron 75 (filtro amarillo), y ya intentando corregir la perspectiva:

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Lo que queda del castillo árabe, vaya, lo que dejaron los ilustrados franceses a su paso a sangre y fuego, impone. Quedan la torre y restos escasos de de muralla, pero su sola presencia sobre el segundo cerro más alto de la villa, 1.248 metros, es todo un espectáculo. El símbolo de la importancia de Atienza como villa vigía y guerrera, caray.

La primera foto la hice con el Nikkor 300/9 (filtro amarillo)…

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Y la segunda, más cerca, con el Nikkor 150 …

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El viento se hizo intenso y frío en la torre, así que no hice ninguna foto desde lo más alto, pero sí a sus pies, mirando al este, con Santa María y el cementerio en primero plano. En esta ocasión con la Perkeo …

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Y eso fue todo, que se nos echó la tarde encima. Nos quedamos con ganas de más, pero ya sin confinamientos ni mascarillas, ay, por favor.