Segunda visita al Duratón, esta vez en el lugar en el que se encuentra con el Castilla y ambos, en una abrazo de piedra, rodean la barbacana en la que se enclava la villa medieval de Sepúlveda.
Visitar Sepúlveda un fin de semana no es una buena opción … si realmente puedes permitirte otros momentos. El atractivo de sus calles, monumentos y entorno es un reclamo muy goloso. La cercanía a Madrid asegura una alta concurrencia desde buena hora de la mañana. Así que hice lo posible para llegar tempranito. Por eso, además, las fotos tienen un contraste que me chifla. Claro que la Rollei Retro 400s tiene mucho que decir.
Cuando preparé la visita ya tenía claro qué tres fotografías quería hacer. Ninguna de ellas especialmente original, eso sí. Esta vez fui ligero: Hasseblad 503cx con CZ Planar 80/2.8 CF, para blanco y negro; y Leica M6 con Cron 35/2, para el color. Vamos con el blanco y negro 🙂
Entré por la puerta del Azogue camino de la Iglesia de Nuestra Señora de la Peña. Ay, una de esas fotos «no originales» era precisamente la de la puerta. Imposible: había un coche aparcado a la derecha de la entrada. Lo sé, lo sé. Es una ciudad viva. Así que hice la foto del otro lado, ya en la calle de los Santos Justo y Pastor, junto a la Casa del Moro.
Girando la mirada noventa grados pude fotografiar la torre de la Casa del Moro, aunque la intención era capturar el conjunto que, cuesta arriba, adorna la torre de la Iglesia de El Salvador…
Caminé por la calle San Millán hasta la Iglesia de Nuestra Señora de la Peña. El mirador ofrece, claro, una panorámica impresionante de la hoz. Allí arranca la ruta de «los dos ríos». Yo me limité a bajar hasta las peñas desde las que se puede disfrutar de la mejor vista de la villa asomada a la hoz. Hice fotos con la Leica M6, en color, pero aún quedan para terminar el carrete.
Regresé camino de la Plaza de España pasando por la calle Barbacana…
Ya en la plaza, foto obligada a los restos del castillo de Fernán González, con su espadaña y ese reloj sobre la fachada barroca del edificio que antaño albergó el consistorio de la villa…
Atravesé la plaza buscando la Iglesia de San Bartolomé, pasando por el un callejón porticado …
No hay foto de San Bartolomé, ay, ni de la bella escalinata que precede su entrada, aunque sí del crucero renacentista, precioso … pero con la Leica. Andando llegué al alto a cuyos pies se encuentra la plaza de las Siete Llaves y desde allí hice hice una fotografía en la que destaca, de nuevo, la Iglesia de El Salvador …
Por fin, camino del templo que no es el principal de la ciudad, pero sí el más destacado por su situación … cuesta arriba
… y al llegar a sus pies, lo que más me llamó la atención fue la pequeña galería porticada orientada al sur….
… cerrada con candado, al menos me pude «colar» con el Planar para hacer una última fotografía antes de volver a casa…
- Equipo: Hasselblad 503cx : Carl Zeiss Planar 80/2.8 CF
- Película y revelador: Rollei Retro 400s : HC-110 (h)
- Otros datos: Epson V800 : Silverfast